Hace apenas un mes que Apple TV+ ha aterrizado en el convulso y agitado mundo del VOD. Quizá, para muchos, demasiado tarde y con escasa oferta; aunque, sin embargo, por lo que se puede comprobar en su todavía corto catálogo, con calidad bastante.

De entre ese reducido catálogo que nos ofrece el gigante de la manzana mordida, encontramos Servant, la inquietante propuesta de M. Night Shyamalan que se lanzó el pasado 28 de noviembre y que cada viernes estrena nuevo capítulo para ponernos los pelos de punta.
Aunque solo llevamos tres episodios (Renacer, Madera y Anguila), la cosa promete, con una historia en la que una joven pareja, tras perder a su recién nacido, de nombre Jericho, tiene que afrontar el trastorno psíquico de ella (Dorothy, presentadora de televisión) por dicha tragedia, lo que su esposo (Sean Turner, un afamado chef) decide afrontar transitoriamente mediante un bebé Reborn con el que intentará mitigar la pena de Dorothy por la reciente pérdida.
Lo curioso del caso es que la joven esposa tratará al Reborn como si del mismísimo Jericho se tratara, como si nunca hubiese muerto, lo que sobrellevará Sean con abnegación y disimulo, hasta el punto a que accede a contratar una niñera a tiempo completo para cuidar del muñeco. Y, precisamente, será con la entrada de la niñera en la casa de la joven pareja cuando comiencen a ocurrir cosas, digamos…, extrañas (y hasta ahí puedo leer).
Una serie que tiene muy buena pinta y que, en estos tres primeros episodios, ha conseguido engancharme, con una trama que, desde el primer capítulo, ofrece lo que promete, sin olvidar una fotografía que envuelve de calidad esta inquietante historia.